Yeshayah / Isaias 42:1-4 y 42:6

Yeshayah / Isaías 42:1-4 y 42:6

Los cristianos dirán que Isaías 42:1-4 dice:

 "He aquí mi Siervo a quien sostengo, mi escogido en el que se complace mi alma. Sobre Él he puesto mi Espíritu. Y él será Legislador de las naciones. No gritara, ni levantará su voz, ni hará oír por las calles. No quebrara la caña cascada ni apagará la mecha humeante; hará justicia conforme a la verdad. No desmayará ni se desalentara, hasta que establezca en la tierra la justicia, su ley esperan las islas".

(J. Straubinger)

Y dicen que se refiere a Yeshu HaNotzri (Cfr. Luc 1: 54 y Mat 17:5; Tomas de Aquino; Rahner, Teología Kerigmatíca).



La Respuesta judía es: dice en hebreo:

“He aquí a Mí siervo [abdi-esclavo], a quien sostengo. Mi elegido, en que quien Mi alma se deleita. He puesto Mi espíritu [ruji-voluntad] sobre él. Hará justicia (mishpat) hacía las naciones (l’goyim), para ser editado (yotzi’). No gritará, no alzara su voz en la calle. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo que todavía arde. Hará que la justicia vaya conforme a la verdad. No desfallecerá ni será aplastado hasta que haya que haya puesto justicia en la tierra. Y las islas esperan su Torah”.

Mi sirvo se refiere a Israel, Isaías 41:8:

“Pero  tú Israel; tú, Ya’acov, siervo mío a quien he escogido de la simiente de Abraham, amigo Mío”;

 44:1:

 “Ya ahora oye, oh Ya’acov, siervo Mío, e Israel, a quien he escogido”;

48:20:

“El Eterno –HaShem- ha redimido a Su siervo Ya’acov”;,

y 49:3:

“Eres Mi siervo, Israel, en quien seré glorificado”.

Entre otros.

Esto también se muestra por Isaías 42:6 que dice:

“Yo el Eterno te he llamado en justicia, y te he tomado de la mano, y te he guardado, y te he llamado en justicia, y te he tomado de la mano, y te he guardado, y te he puesto por Pacto del pueblo (Librith am l’or goyim), por luz a las naciones.”

Esto se refiere a las personas de Israel, no a Yeshu.
 
Los cristianos dicen que verso 42:6 enseña que el Mesías será una luz a los gentiles. 

La respuesta es que el Mesías no son unas personas, no es un pueblo, Yeshu no es un “pueblo del pacto”. Adicionalmente, los cristianos y mesiánicos normalmente no creen que Yeshu fuera criado en el pacto, y ellos no se consideran bajo el pacto de la Torah (Cfr. Gálatas 3: 24) dicen que es una maldición (cfr. Gal 3:13), dicen que la Torah no mejoró en nada (Hebreos 7: 19), y dicen –junto con Pablo de Tarso- que está vinculada con el pueblo judío como duros y malvados, como dicen ellos (1 Timoteo 1:8).

De hecho el mismo Yeshu no puede cumplir con esta profecía porque el N.T dice que él alzo su voz:

“Y en el último día, el más grande de la fiesta  Yeshú, puesto en pie, alzó la voz diciendo…”.
(Yojanan / Juan 7: 37; C.R)


Contradiciendo la supuesta profecía de Yeshayah 42:2 dice, "Ni gritará, ni alzará su voz en la calle", mencionada por Mateo 12:19.

Nuevamente contradice la profecía de Yeshayah.

Tampoco cumplió lo dicho por Yeshayah: “hasta que haya puesto justicia en la tierra”.  En cambio, Yeshu se negó a juzgar:

  “Le dijo uno de la multitud: Maestro, dí a mi hermano que parta conmigo la herencia. Mas él (Yeshu) le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?”

(Lucas 12:13-14; RV60).

Comenta Najmánides en Vikuaj (siglo XIII):  “Yeshu no tuvo gobierno, por el contrario fue perseguido por sus enemigos (los asquerosos romanos) y se escondía de ellos, finalmente cayó en sus manos (como dicen los evangelios) y no tuvo la fuerza de salvarse a sí mismo, entonces cómo hemos de pensar que pueda salvar a todo Israel. Además incluso después de su muerte tampoco tuvo poder, ya que el imperio de Roma no se originó para él; antes que comenzaran a creer en él el imperio de Roma controlaba la mayoría del mundo, por el contrario después de haber recibido la fe paulina (cristiana) perdieron mucho su control. Incluso hoy en día, los siervos de Mohamed haShakran (Mahoma) tienen mucho más poder que los cristianos.”

El profeta escribe que en la época mesiánica no será necesario que una persona le enseñe a otra el conocimiento sobre Di-s, ya que todos lo reconocerán. (Cf. Yirmiyahu/Jeremías 31:33). La tierra se llenará del conocimiento de Dios así como las aguas cubren el mar (Cf. Yeshayahu/Isaías 11:40), sus espadas han de fundir y los pueblos no se levantarán en armas unos contra otros ni se prepararán para la guerra (Cf. Ibíd. 2:4). Sin embargo, desde los tiempos de Yeshu y hasta ahora todo el mundo está lleno de violencia y robo, y los cristianos han derramado más sangre que cualquier otro pueblo sobre la tierra y abundan en prostitución y maldad,

Otra objeción es sobre lo que parece en Mateo (también en el Shem-Tov), pues Mateo escribe:

“Y en su nombre esperan los gentiles”

(Mat 12: 2 cfr. Mateo de Shem-Tov 54.2)

Los sectarios cristianos natzratim, incluso reconocen que este pasaje es derivado de Yeshayah 42:1-4, pues en el texto original hebreo de Yeshayah dice:

 “Y las islas esperan su Torah”, Mateo cambia la palabra i’im (איים-islas) por goyim (גוים-gentiles) lo que connota que Mateo manipuló y falseó, así como la historia demuestra que en América Latina y África no esperaban la anunciación del cristianismo por medio de la espada, la cruz y la Inquisición, y los mesiánicos por medio de la intimidación y el lavado cerebral.

Por último es una falacia decir que los cristianos esperen la Torah de Yeshu.  No tiene sentido que los gentiles (cristianos y mesiánicos) esperen la Torah de su “Mesías” si estos la rechazaban en todo, obedeciendo mejor la ley romana –Lex Romani (Rom 6:14; cfr Augustus 93; Digesto LXVIII 8, 4,2; 8, 11 (de Montesino); cfr. Suetonio, Domiciano 7:1 con la Lex Cornelio de sicarios et veneficis).

Aparte de esto Mateo cambia la palabra de Torato-תורתו –Su Torah- que aparece en Yeshayah 42 por la palabra Shemo-שמו’ –su nombre’, con el fin de resaltar que los gentiles idolatraran el nombre de Yeshu, mientras que en Yeshayah el texto es claro que la Torah será conocida hasta en las islas.

Esto nos da como resultado la demostración de pseuda-profecía que dice Mateo, así como demuestra el poco conocimiento del hebreo, o bien demuestra una necedad teológica por manipular las secciones del Tana”j, y el pensamiento del texto de Mateo propicia que la gente se enfoque a la idolatría, así como a impulsar el “proyecto” de Imperio romano-cristiano.



NOTA DEL DOCUMENTO:
Los nombres  “Yesh”u” , “Jesús”, “Yeshúa”, “Yehoshua”, “Iehoshua”,  “Yeshu”… son nombres variables del mismo personaje.
Tomado de Blog Oraj-HaEmet.  Editado y resumido con permiso

Comentarios

guerrero de la paz ha dicho que…
Gracias por comentar. En primer lugar, el nombre "Yashshua" no existe en hebreo. Aducir eso, es desconocer las reglas gramaticales del hebreo. Algunos grupos cristianos restauracionistas han especulado que, al leerse el Tetragamatón supuestamente como "Yahweh" y siendo un nombre teofórico, donde aparece en su forma corta, debiera por ende leerse como "Yah" y por eso sería "Yahshua".Sin embargo, tal alegato carece de sustento y nombres como Yehonathan demuestran que en realidad la lectura como "Yah" o "Yeh" en los nombres teofóricos es variable y no fija. Por esa razón, tal nombre no existe en hebreo. Segundo, tampoco conocemos en la actualidad la pronunciación real. "Yahweh", puntualmente, no lo es, así como tampoco la forma latinizada "Jehová" y por ello nos referimos a Él como HaShem, el Eterno, Adon-i. Tercero, no se trata de lo que nos guste o no. Se trata que de acuerdo a la Torá y los profetas, D-os es eterno e inmutable, no es hombre ni nunca ha necesitado hacerse tal. Decir que el tal Yeshua o Jesús es el Eterno, es atentar contra la Torá misma y estimular la idolatría. Cuarto, más que estar o no de acuerdo, debería argumentar y no apelar a algo emocional o gustos personales. Un saludo y buenos días desde Sudamérica.

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